No se que me pasa hoy, pareciera que me extraviado de mi mismo, salgo a la calle, al día y a mi nos ha golpeado la melancolía; el termitero celeste parece ingrávido, inmutable y estéril; la basura está en su sitio, los políticos también, los economistas como siempre nos roban la esperanza.
Ayer estuve de rondas, después del trabajo y del desamor un economista me arruinó la vida, me hizo libre, causas de la crisis mundial le llamo al tema, todo este crac se sabia desde hace veinte año, fue fríamente calculado, manejado para que los que gobiernan este planeta tomaran las precauciones que otros ni siguiera imaginaban, abajo muchas personas han perdido y perderemos nuestros ahorros, viviendas, empleos, autos, sustentos y hasta la vida, solo nos queda ahorrar en lugar seguro, no gastar y verán como ellos también se van por el caño…
Pero no importa mis queridos locos bohemios, ayer un luctuoso framboyán agradecido a pesar del solsticio de invierno me regaló un manojo de inflorescencia, como una tenue llamarada no mas grande que una palma de la mano y otra llamita como la falange de un pulgar, yo, que caminaba herido por el desamor, al contemplar aquel presente recordé aquellos diez árboles truncados, y una leve cómplice sonrisa como una frágil mariposa salió volando de mi boca, posándose en aquella copa, del árbol agradecido, le dijo al oído que lo entendí…
Parado en el viejo Caserón
Del Partido Dominicano
Que da a la rada de Santo Domingo
de frente al mar estuve
Como anciano capitán
En su navío
Extraviado por el desamor inoportuno
Y carcomido de frío
Me dejé llevar por los alisios
Navegué en otros mares
Surque otras islas
Anduve por mil lugares
Y no pude encontrar
El lugar propicio
para enterrar
Mis heridas de amor… Ransés 1:40 PM viernes 01 de abril, del invierno del 2009